@@ -210,7 +210,35 @@ Collective (cf. Mirowski, 2013). Here the constructivist lesson has been
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@@ -210,7 +210,35 @@ Collective (cf. Mirowski, 2013). Here the constructivist lesson has been
embraced because it holds out the promise that property and markets can
embraced because it holds out the promise that property and markets can
be constructed 'all the way down'.
be constructed 'all the way down'.
Cuando los hackers y hobbistas mudan su atención del software
(privativo) hacia el hardware (cerrado), la economía industrial como un
todo resulta implicada en su crítica de la propiedad intelectual. La
propiedad intelectual es puesta en igualdad de condiciones que la
propiedad privada. Para los seguidores de la impresora tridimensional
libre, esto es percibido como un retroceso de los intereses creados y
los defensores de la propiedad intelectual. Pero la decisión de hackers
y hobbistas de abrir un nuevo frente en la lucha contra la propiedad
intelectual puede tener una interpretación diferente. Puede reflejar
los desarrollos que se están dando en el régimen de propiedad en su
conjunto. De acuerdo a esta interpretación, la propiedad intelectual,
lejos de volverse obsoleta por los avances tecnológicos recientes,
comienza a convertirse en la forma predominante de propiedad. Los
bienes físicos, tangibles, no serán salvados por rasgos ofensivos de la
propiedad intelectual, como los intrincados esquemas de discriminación
de precios y las técnicas de restricción digital de derechos.
Adicionalmente a la impresora tridimensional y otras herramientas
digitales de fabricación, el surgimiento de la así llamada "Internet de
las Cosas" y la "realidad aumentada" apunta en la misma dirección: un
desangramiento del ámbito virtual e informacional hacia la existencia
física, corpórea. En correspondencia a este movimiento, uno podría
prever un futuro donde la propiedad, los intercambios de mercado, la
extración de rentas y las relaciones laborales sean regulados a través
de lo que elijo llamar "propiedad aumentada". El empuje hacia la
propiedad aumentada demuestra que la naturalización ha sido abandonada
por la sección más avanzada del partido capitalista, es decir el
Colectivo de Pensamiento Neo-Liberal [@mirowski-2013]. La lección
constructivista ha sido abrazada porque sostiene la premisa que la
propiedad y los mercados pueden ser construidos "hasta abajo".
The two sources of the predominant critique of intellectual property
The two sources of the predominant critique of intellectual property
In the early 1980s, copyright law was extended in most Western countries, from literary and artistic works to machine-readable language, i.e. software code. Corresponding with the expansion of the property regime, resistance to the same came into being. It was now that Richard Stallman invented the concept of free software and created a license to go with it. The General Public License (GPL) exploited the contractual rights invested in the author of a copyrighted work to specify the conditions of how his/her work may be used. The conditions laid down in GPL ensured public access to a work by ”excluding the excluders”. The rhetorical armament against intellectual property was worked out in the same decade. Stewart Brand, publisher of the Whole Earth Catalogue, veteran of the American counter-culture movement in the 1960s, and a pioneer of the computer underground, articulated the key tenets of what later became the predominant critique against intellectual property:
In the early 1980s, copyright law was extended in most Western countries, from literary and artistic works to machine-readable language, i.e. software code. Corresponding with the expansion of the property regime, resistance to the same came into being. It was now that Richard Stallman invented the concept of free software and created a license to go with it. The General Public License (GPL) exploited the contractual rights invested in the author of a copyrighted work to specify the conditions of how his/her work may be used. The conditions laid down in GPL ensured public access to a work by ”excluding the excluders”. The rhetorical armament against intellectual property was worked out in the same decade. Stewart Brand, publisher of the Whole Earth Catalogue, veteran of the American counter-culture movement in the 1960s, and a pioneer of the computer underground, articulated the key tenets of what later became the predominant critique against intellectual property:
